A partir de los 5/7 días , es cuando el organismo suele haber eliminado suficientemente toxinas y puede comenzar a dedicarse a reparar órganos, tejidos etc … Mientras tenga que seguir trabajando para digerir alimentos, no puede invertir esa preciada energía vital en la renovación. Si en cambio creamos las circunstancias para que así lo haga .., pues lo hace: -). Es del todo embriagador cuando a lo largo del día ,de repente recuerdas que estas de Zumifestín y que en este preciso instante , todas tus células están recibiendo nutrientes a lo bestia. Prácticamente visualizas las células dándote las gracias, aplaudiéndote jajajajajajajaPreparo a diario 3 blenders (batidora) de 2 litros, llenas hasta el tope de verdura y fruta. Una sola batidora, representa ya de por si una cantidad difícil de comer a lo largo de un día ,pues supondría masticar un volumen de frutas/verduras exagerado. Si hablamos de 3 o más, es prácticamente imposible. De hecho si os fijáis en las vacas, se pasan casi todo el día rumiando, apenas hacen otra cosa. Entiendo vacas en libertad claro, no esos pobres animales que unos salvajes torturan en aras de unos beneficios generados por otros salvajes caníbales …. Pasan los días, y vas inundando tu cuerpo con este rio verde LOL … que circula a los pocos minutos en el riego sanguíneo. Osea cuando estoy tirada leyendo un libro, parece que no hago nada, cuando estoy hacienda la cosa mas increible que se pueda hacer par el organismo en realidad . Jajajajaja !me encanta la idea ! … la acción de la no acción…. Por supuesto hay momentos difíciles, pero escogo no darles mayor cancha. Lo poco que se puede decir al respeto, básicamente, es que se te viene a la cabeza atiborrarte con una ensalada, sueñas con un plato de arroz, o empiezas a pensar que todo esto no tiene el menor sentido. En eso consisten los bajones. Muy poco variados. Así que prefiero explayarme sobre subidones, que son infinitamente mas complejos y te llevan a lugares desconocidos. Curioso como durante un proceso en el cual los sentidos (olfato, gusto, tacto y hasta vista de los alimentos) entran en sordina drástica, ocurre que alcanzas una sensibilidad finísima casi imposible de experimentar cuando te alimentas de forma «normal», por muy sana que sea. Durante una clase de Yoga por ejemplo alcanzo una concentración, unos estados exquisitos, de pura fusión con el cuerpo. Es como si trabajasemos todas las células simultáneamente sin que el cerebro tenga que dar la menor orden. Panta rei, todo fluye …
Cuidaros mucho
Hare Aum
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