Allá vamos, día 2 de Zumifestín. Los primeros días siempre son los mas delicados. El cuerpo se dedica a eliminar toxinas, a extraerlas en muchos casos de recovecos en los cuales se habían almacenado. El resultado es qeu te sientes fatal, bajísimo de energías sin ganas de nada ,y puedes hasta pensar que esta limpieza te está sentando fatal, y que es mejor dejarlo. Esto es lo que ocurre durante la primera semana, mientras las toxinas que expulsas circulan por el organismo. A continucaión, se inicia el verdadero trabajo de transformación, con todas las maravillosas sensaciones que conlleva, pero al comienzo, es pura limpieza ……
No solo está la realidad física de esta aventura, sino que escoger no comer nada sólido, de alguna manera te aparta del mundo. Se acabaron las comiditas con los amigos, o el llevarte algo a la boca por que necesitas “sentirte lleno” Mi alimentación respecto a la de la gran mayoría de los humanos en el mundo occidental ,es excelente, pero no por ello deja de desempeñar un papel sumamente emocional la comida en mi vida. Este ejercicio de sobriedad, mucho más allá de la limpieza física que representa, es sobre todo una limpieza de muchas emociones que debo liberar para seguir viaje lo más ligera posible.
Lo que Carlo Jung definió como el subconsciente colectivo, empieza a presionarte. Todo te invita a comer y a dejarte de locas ideas yóguicas sobre disciplina y limpieza del cuerpo … tienes que amordazar la mente con sumo cariño ,compasión y firmeza, para que entienda muy claro que está a tu servicio, que has tomado una decisión y que tiene que apoyarte.
El momento más arduo es al atardecer. De dia, entre clases de Yoga, playa, masajes, seguir trabajando en la Web de Kairos Project etc…, hasta resulta comodísimo no tener que pensar en comida, sino simplemente echar kilos de fruta y verdura a la batidora. Pero al atardecer …. ahí los demonios atacan en masa …. asi que voy a por la espada, que están al caer …LOL …..
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