Posiblemente , esta sea la clase que más disfrute de las miles de clases que he dado a lo largo de mi vida.
Colaborar como voluntaria para aportarles a estas personas, cuya mayoría nunca habrían practicado Yoga, los inmensos beneficios de dicha ciencia, es un privilegio donde los haya. Sencillamente no existen palabras que puedan describir lo que recibimos todos a lo largo de dicha práctica en la cual los alumnos alcanzan unos niveles de concentración que pocas veces percibo en «el mundo exterior»
Un honor donde los haya.